Los Navegantes del Magallanes aumentaron su chance de acceder a la final, tras completar anoche la barrida en Puerto La Cruz, al vencer a los Caribes de Anzoátegui con pizarra de 7-6.
Para aquellos fanáticos que creen en las premoniciones, fue la segunda ocasión en la historia del round robin, que los turcos ganaron sus dos compromisos en el recinto oriental. La vez anterior ocurrió en la edición 2001-2002, zafra en la que obtuvieron su más reciente título.
Luego de estar debajo en el marcador 6-1, los tripulantes del buque reaccionaron de manera heroica en un octavo inning de oro. Agregaron seis anotaciones y el bullpen oriental tuvo el mismo resultado que el pasado martes, cuando no lograron impedir la insurrección de los Cardenales de Lara en Barquisimeto.
Los momentos estelares del lauro magallanero fueron protagonizados por Reegie Corona, quien “coronó” con dos compañeros a bordo ante el pitcher Jesús Martínez y, encendió nuevamente los motores de la embarcación al mando de Luis Sojo. “Se ganó con el corazón, somos un equipo que tenemos la capacidad para hacer carreras. Nunca bajamos la guardia ni la moral, los lanzadores pararon a la toletería”, dijo el estratega al concluir el encuentro.
Después de dos outs, Mario Lisson dio el golpe de gracia ante el taponero Jon Hunton, que dejó en un abismo las aspiraciones del elenco anzoatiguense. “Cuando vi que Hunton era el lanzador, me vino a la mente que nunca me había ido bien con él”, precisó el cuarto toletero. “Estaba buscando un pitcheo alto, me lanzó un slider que no pude conectar y me la repitió”, agregó.
“Lisson tuvo un turno grandeliga y gracias a Dios fue una victoria importante, en una plaza que históricamente es difícil para Magallanes. No hemos logrado nada, no quiero crear un ambiente de triunfalismo, porque la pelota es muy compleja”, expresó Sojo.
Antes de la epopeya turca, los indígenas acariciaron la victoria. Omar Infante tuvo un reencuentro inolvidable con el público de Puerto La Cruz. Lo esperanzó con dos sólidos cuadrangulares en turnos consecutivos. En el cuarto capítulo la botó de manera solitaria y puso el juego 1-1, un inning más tarde, repitió la dosis con dos en las almohadillas. Quizás después del segundo bambinazo de Infante, más de un magallanero creyó que no festejaría en la noche del viernes.
La película se acabó con rescate de Jean Machí, que dominó a César Suárez con elevado a los jardines. Los filibusteros buscarán vencer a los pájaros rojos para comprar su boleto a la final. “No hemos logrado nada”, señaló Sojo. “Vamos a casa a ganar uno de dos, solo así podemos decir que estamos en la final”.
Los aborígenes esperan el único milagro para asistir a la instancia decisiva, pero primero deben barrer a las Águilas y forzar un juego extra.
Por Meridiano.
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